Dos de las mayores dificultades a las que nos podemos enfrentar cuando decimos incorporar la metodología del Aprendizaje Basado en Proyectos en nuestras aulas son asegurar que nuestros alumnos están aprendiendo de acuerdo al currículo y evaluar adecuadamente todo lo aprendido y realizado.
La clave para resolver estas dificultades se encuentra en el cómo se realiza el proceso de diseño de nuestros proyectos y cuál es el punto de partida. En los Recursos Educativos Abiertos para ABP del #proyectoEDIA planteamos un modelo en que el inicio de todo el proceso creativo y de diseño de los proyectos parte directamente del currículo y la legislación educativa y se enriquece con elementos extracurriculares. El útlimo ejemplo de este modelo es el REA de Ingĺés "A cookbook".
Los proyectos se diseñan para que los estudiantes consigan aprender y adquirir los conocimientos de cada materia y poner en juego las competencias clave. La evaluación se diseña para que docente y alumnos evalúen tres elementos: el resultado final del proyecto, las tareas intermedias y la actividad de los alumnos en el aula. El objetivo es mejorar y enriquecer el aprendizaje además de calificar.
El contenido "A cookbook", del proyecto EDIA para Inglés, es un ejemplo de cómo se concreta este modelo de diseño de secuencias didácticas ABP. El desafío final de este proyecto es que los estudiantes, organizados en equipos de aula, creen libros de cocina con recetas en Inglés de distintos países del mundo.
Primer paso: ¿Qué queremos que aprendan?
Nuestro punto de partida para diseñar este contenido fue la elección de qué competencias y aprendizajes (del área de inglés y otros ligados a competencias clave) debían adquirir nuestros alumnos. La elección tiene en cuenta el curso para el que se crea el contenido (1º de ESO) y los elementos que se trabajan en otros recursos y propuestas vinculadas al proyecto: "A Sport journalist" y "My Town".
En este caso, los aprendizajes que queremos lograr con este proyecto de aula son:
- Vocabulario: comida, salud, verbos relacionados con la cocina, expresiones relacionadas con las buenas maneras, porcentajes.
- Gramática: uso de "Do" y "Does", explicar los pasos de un proceso, dar instrucciones básicas, redacción de preguntas, redactar y presentar conclusiones.
- Uso de herramientas digitales: uso de recursos para editar documentos compartidos en la Red, crear libros digitales, gestionar un portfolio digital.
Estos y otros elementos quedaron plasmados en una serie de objetivos que planteábamos para esta unidad y que servirían para diseñar el proyecto y planificar la evaluación:
- Aprender y usar vocabulario sobre comida y sobre alimentación saludable
- Redactar y explicar los pasos de un proceso
- Promover la alimentación saludable a través de recursos visuales (póster)
- Trabajar en equipo
- Interactuar en equipo con cierta autonomía
- Aprender a evaluar y a ser evaluados
- Crear y gestionar nuestro portfolio (digital o no)
- Crear, compartir y editar colaborativamente documentos en la Red
- Generar libros digitales que puedan ser compartidos por otros
Segundo paso: diseñando el proyecto y las tareas
A partir de los elementos del currículo oficial escogidos y de los objetivos en los que los habíamos plasmado decidimos que un proyecto en el que tuvieran que diseñar un libro de cocina sería la opción más adecuada.
Para facilitar que los estudiantes consigan los objetivos y que su profesor o profesora pueda servirles de apoyo diseñamos las tareas intermedias (Misiones) que conducen al producto final. Cada tarea implica el aprendizaje de vocabulario, gramática, recursos de expresión oral y escrita y conocimientos sobre gastronomía útiles para el proyecto final. Estas son las tareas:
- Crear un mapa en el que aparezcan al menos cuatro recetas de distintas partes del mundo.
- Grabar un vídeo sobre una persona que tiene que pedir comida en un restaurante.
- Generar un póster para promover la comida saludable.
- Diseñar, pasar a los compañeros y analizar los resultados de una encuesta sobre comida saludable.
- Crear una receta para el libro de cocina. La receta debe ser: original (procedente de alguno de los países localizados en la primera tarea y ser un ejemplo de comida saludable. Todas las recetas se incorporarán al libro final.
El producto final será el libro de recetas (o en otro formato). cuya publicación y presentación servirá para difundir los resultados del proyecto y todo lo que los alumnos han aprendido. Además de su difusión en los blogs y en otros soportes y de su presentación a otros compañeros, a docentes del centro y a padres, sería muy interesante darlo a conocer a personas relacionadas con los distintos temas incluidos en el proyecto: cocineros, profesionales de la salud o expertos en enseñanza de idiomas, por ejemplo.
El blog de alumno sirve como portfolio digital. Los alumnos reflejan en él las actividades de aula, comparten los productos que generan y reciben comentarios de sus compañeros y del docente. De esta forma, se desarrollan dos de los objetivos concretos planteados para esta secuencia didáctica ("Evaluar y ser evaluados", "Redactar los pasos de un proceso", "Usar vocabulario de cocina y alimentación saludable") y de manera global se ponen en marcha la competencia digital y la competencia social y ciudadana.
Tercer paso: herramientas y pautas para la evaluación
El proceso de evaluación es muy importante no por el resultado final sino por el proceso de reflexión y ayuda a la mejora que este produce. El objetivo principal de la evaluación de cualquier secuencia ABP debe ser ayudar a los alumnos a lo largo del proceso, haciéndoles revisar qué y cómo están aprendiendo y ayudándoles a mejorar para ese proyecto y para otros proyectos posteriores.
Por tanto, la evaluación de nuestros proyectos. no puede servir solo para valorar y calificar de manera unilateral el "resultado o nota final". Para conseguirlo, docentes y alumnos deben colaborar en la evaluación poniendo en marcha diversas herramientas: rúbricas, listas de evaluación, guías y elementos como el diario de aprendizaje.
En el REA "A Cookbook", el profesor o profesora participa como diseñador del proceso de aprendizaje, agente externo y guía del aprendizaje. El alumno es protagonista de la evaluación como agente activo, colaborador de sus compañeros (de equipo y de aula), con quienes ha compartido los pasos dados a lo largo del proceso de aprendizaje.
En cada una de las misiones de "A cookbook" se ofrece al menos una rúbrica no para que el alumno sepa cuales serán sus resultados, sino que se plantea como medio de ayuda para que el alumno pueda realizar el producto final con la mayor precisión posible. Por tanto, los estudiantes tienen esas rúbricas al iniciar cada tarea y se autovevalúan y coevalúan a sus compañeros.
Las entradas en el blog se consideran una misión ("Tarea") más del proyecto y por tanto forman parte de la evaluación, tienen su propia rúbrica de referencia y se vinculan al proyecto final, cuyo resultado debe plasmarse en una entrada final.
El producto final (el desafío del proyecto) incluye su propio documento de evaluación. Esta valoración final se complementa con un análisis general del desarrollo del proyecto en el que docente y estudiantes (individualmente y en equipo) valoran que han aprendido y ponen en común ideas para mejorar tres aspectos esenciales: el diseño de los siguientes proyectos, la labor del docente y, por supuesto, el aprendizaje, la actitud y las actividades de los alumnos.
¿Cómo plasmar y recoger todos los resultados de esta evaluación en una nota y en una valoración final? El proyecto "A cookbook" ofrece una posibilidad en la que a través de tantos por ciento, la evaluación del producto final, de las tareas intermedias y del análisis del docente de la labor e implicación de cada alumno permiten recoger y resumir en una calificación final todo el proceso.
No obstante, el reflejo y la información final sobre la evaluación debe ser diseñada sin perder de vista que se trata de una información más, una valoración final que no puede ocultar el resto de elementos de evaluación que hemos aplicado durante el proyecto y que son los que realmente cooperan para que los alumnos aprendan y mejoren qué y cómo aprenden.
Elección de elementos del currículo, diseño del proyecto, creación de evaluación, revisión. Estos son los cuatro pasos básicos en el diseño de cualquier secuencia ABP como "A cookbook", un contenido didáctico por proyectos en el que las recetas de cocina son un medio para el aprendizaje de contenidos, y la adquisición de competencias y un desafío para lograr la implicación de los estudiantes.
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